El desarrollo del turismo en nuestro país siempre ha constituido un gran desafío. Ello a pesar del enorme potencial con que contamos, expresado en diversidad y calidad de los valores y recursos patrimoniales naturales y socioculturales con los que contamos y el esfuerzo y dedicación que día a día y a pesar de las adversidades, empresarios, emprendedores, profesionales, trabajadores, comunidades y hasta los mismos turistas realizamos y nos esforzamos por su desarrollo como un factor estratégico nacional.
Esta visión fue la que dio origen a nuestra constitución como un organismo gremial representativo de los distintos sectores productivos que conformamos la actividad turística en nuestro país. Tres organizaciones empresariales como la Asociación Nacional de Hoteles de Venezuela (ANAHOVEN hoy FENAHOVEN), La Asociación de Agencias de Viajes y Turismo (AVAVIT) y la Asociación de Líneas Aéreas en Venezuela (ALAV) a las que luego se suma la Asociación Venezolana de Hoteles Cinco Estrellas (AVECINTEL) deciden un 15 de Diciembre de 1989 crear el Consejo Superior de Turismo.
El camino transitado no ha sido fácil recorrerlo, pero a pesar de los encuentros y desencuentros que hemos tenido a lo largo de nuestra vida gremial con el sector oficial, en procura del reconocimiento que sin sector privado del turismo, este no se desarrolla y por tanto se requiere imperativamente de nuestra participación en la formulación y seguimiento de políticas públicas acordes para el fomento y desarrollo de la actividad turística. Sin embargo, más han sido los logros que los fracasos. Estamos plenamente convencidos que no existe otro sector económico que brinde tantas oportunidades para la creación de empleo, genere bienestar para todos y constituya un factor para la reactivación económica que permita la sustitución del modelo rentista mono productor ya demostradamente agotado en nuestro país.